Las partes celebraron un contrato en virtud del cual el demandante debía prestar servicios de flete aéreo al demandado. El demandante interpuso su demanda en Ontario alegando que el demandado no le había pagado los servicios prestados, y envió una copia del escrito de demanda al demandado. El demandado impugnó la validez de la notificación del escrito y solicitó que se remitiera la actuación judicial a arbitraje, en virtud de una cláusula de solución de controversias introducida en el contrato celebrado entre las partes. El demandante se opuso a esa solicitud arguyendo que, dado que el demandado no había explicado por qué no había pagado los servicios prestados, no existía una “controversia” en el sentido del acuerdo de arbitraje entre las partes. El tribunal remitió la actuación a arbitraje, ya que consideró evidente que existía una controversia entre las partes, que la controversia quedaba claramente incluida en el ámbito del acuerdo de arbitraje entre las partes, y que, de conformidad con la Ley Modelo sobre Arbitraje, los tribunales estaban obligados a remitir las actuaciones a arbitraje cuando se cumplieran las condiciones pertinentes.