La parte demandante, una empresa domiciliada en un país africano, celebró un contrato con una asociación africana para la construcción de un complejo. Surgió un litigio entre las partes respecto del cumplimiento de sus respectivas obligaciones contractuales. La parte demandante sometió el litigio a arbitraje de conformidad con la cláusula de arbitraje especial incluida en el contrato.

Tras el cierre de las audiencias, las partes solicitaron que éstas fueran reabiertas a fin de hacer constar las condiciones de un acuerdo de transacción, al que se había llegado en las audiencias, en forma de un laudo arbitral en los términos que habían convenido.

El Tribunal hizo constar las condiciones del acuerdo de transacción y dispuso la terminación de las actuaciones arbitrales sobre la base del artículo 41 de la Ley de arbitraje de Egipto [equivalente al artículo 30 de la LMA].