La controversia surgió entre la demandante, una empresa contratista, y la demandada, una empresa subcontratista, en relación con la extinción de dos subcontratos. A raíz de la extinción, la demandante interpuso una demanda judicial para recuperar los salarios no reembolsados que había pagado a los trabajadores de la demandada conforme lo exigía el artículo 43C de la Ordenanza de empleo. Los dos subcontratos incluían cláusulas compromisorias. La demandada planteó una reconvención en la que exigía que se le indemnizase por los daños y perjuicios derivados de los incumplimientos de los subcontratos. La demandante solicitó la suspensión de la reconvención y la remisión a arbitraje, de acuerdo con el artículo 8 de la LMA. En respuesta, la demandada alegó, entre otras cosas, que la propia demandante había renunciado al acuerdo de arbitraje cuando entabló la acción judicial. La demandante afirmó que, puesto que la pretensión de su demanda se basaba en la Ordenanza de empleo, quedaba fuera del alcance del acuerdo de arbitraje.

En el texto del acuerdo de arbitraje se disponía que lo que determinase por escrito la demandante con respecto a cualquier controversia relacionada con los subcontratistas sería definitivo “… contractual y legalmente, con efectos vinculantes de derecho y contractuales”, salvo que la demandada solicitase el arbitraje dentro de los 28 días siguientes a esa determinación.

Puesto que la pretensión de la demandante se basaba únicamente en el artículo 43F de la Ordenanza de empleo y no en ninguna cláusula de los subcontratos, el Tribunal decidió que esa pretensión de la acción judicial de la demandante no se veía afectada por la cuestión de si la demandante había renunciado al acuerdo de arbitraje. Además, puesto que la demandante nunca había presentado un “primer escrito sobre el fondo del litigio”, en el sentido del artículo 8 de la LMA, en relación con la reconvención, el tribunal judicial no podía no ordenar que se dejase en suspenso la reconvención.