El primer demandado solicitó una orden para que se suspendiera una parte de la demanda del demandante hasta que finalizara un arbitraje en curso entre las partes.

El Tribunal Supremo observó que los alegatos del litigio que tenía ante sí ya habían concluido. Había habido exhibiciones y se habían oído una o más instancias interlocutorias. El tribunal se remitió a la sección 1 del artículo 15 de la Ley de Arbitraje Comercial, R.S.B.C., 1979 (correspondiente al artículo 8 1) de la LMA), según la cual se da a una parte autorización para solicitar una suspensión de las actuaciones, pero la solicitud debe presentarse dentro de ciertos plazos, a saber,“antes o después de la comparecencia y antes de presentar un alegato o de adoptar cualquier otra medida en el curso de las actuaciones”.

Por consiguiente, se desestimó la solicitud.

Si bien este caso se planteó a raíz de un caso de arbitraje nacional, los mismos principios se aplicarían al arbitraje internacional. [1]